El primer fraude es telefónico. Según la Guardia Civil el timo de la «llamada perdida«, ha vuelto.
Cuando el usuario/a se da cuenta de que tiene una llamada perdida en su móvil y la devuelve, le van a cobrar una tarificación especial porque está contactando con el extranjero. En concreto, con Albania (prefijo 355), Costa de Marfil (prefijo 225), Ghana (prefijo 233) o Nigeria (prefijo 234).
El coste de dicha llamada se reparte entre el «timador» y la compañía telefónica.
El consejo, como es obvio, es el de no rellamar salvo que conozcamos al destinatario. Son importes muy difíciles de reclamar a posteriori porque la llamada se ha realizado.
La segunda alerta es conocida como la «estafa de la multa del radar». El usuario/a recibe un correo electrónico en el que se le notifica una supuesta multa por exceso de velocidad.
En el asunto del email figura «Multa automática» y en el texto se describen los hechos sancionados como, por ejemplo, circular entre 71 y 80 km/h, estando limitada la velocidad a 50 km/h para la vía”, suponiendo una sanción de 300 euros y la retirada de dos puntos del carné.
Al final del correo hay un texto que dice “Encuentre la foto en el archivo adjunto“. Si se abre el archivo, estaremos descargando un software malicioso cuyo objeto es robar contraseñas y datos de tipo personal.
¿Cómo evitar esta estafa? Teniendo instalado un buen antivirus y recordando que ninguna Administración Pública se pone en contacto con nosotros a través de email. En el caso de la Dirección General de Tráfico (DGT), las notificaciones siempre son por carta.
Por último, la tercera alerta también se trata de una llamada fraudulenta. En este caso, el ciberdelincuente se hace pasar por un agente técnico de cualquier empresa informática que se pondría en contacto con nosotros/as para ayudarnos a resolver un problema de seguridad en nuestro ordenador, tablet o móvil. El objetivo no es otro que el de robar datos o claves personales.
Como medida de prevención, recuerda que nunca debes facilitar claves personales o datos bancarios a través del teléfono o del correo electrónico.
Para denunciar estos fraudes puedes ponerte en contacto con la Oficina de Seguridad Informática (OSI) en el teléfono 900 116 117.
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